Muy buena, me gusta la idea, ceremoniando la muerte de un árbol, en el bosque de Can Deu en estos días tendríamos que celebrar un funeral de estado. A ver si te animas y vas subiendo poco a poco esas magníficas series que se que tienes para enseñar.
La verdad es que la idea original que me movió a hacer esta fotografía tenía otro sentido, pero las dejo abiertas a otras interpretaciones posibles, como la que tú comentas. De hecho, otra persona también hizo esta misma interpretación, incluso se inventó un título: "La mort de la Natura", que no es mío (yo no pongo títulos a mis fotografías). Pero la multi-interpretación de mis fotografías es algo que me agrada; que cada cual vea algo distinto. Mi idea originaria era una reflexión sobre los afectos que sentimos los seres humanos hacia otros seres vivos. Me preguntaba hasta qué nivel del reino animal o hasta qué especie somos capaces de sentir afecto. Está muy claro que hacia los mamíferos sí, como mamíferos que somos. También hacia las aves. Pero... ¿y los reptiles? ¿Y los insectos? ¿Podemos sentiar afecto por una ameba? ¿Dónde está la frontera de nuestros afectos hacia los animales? Esto me llevó también a reflexionar sobre el afecto hacia el reino vegetal. Hay quien le tiene cariño a sus plantas. Y recordé una anécdota que contaba José Saramago: su abuelo, en el momento de morir, se despedía de sus árboles abrazándolos uno a uno. ¿Hasta qué nivel del reino vegetal podemos llegar a sentir afecto? Esta es la idea que dió pie a hacer esta escena.
Muy buena, me gusta la idea, ceremoniando la muerte de un árbol, en el bosque de Can Deu en estos días tendríamos que celebrar un funeral de estado. A ver si te animas y vas subiendo poco a poco esas magníficas series que se que tienes para enseñar.
ResponderEliminarLa verdad es que la idea original que me movió a hacer esta fotografía tenía otro sentido, pero las dejo abiertas a otras interpretaciones posibles, como la que tú comentas. De hecho, otra persona también hizo esta misma interpretación, incluso se inventó un título: "La mort de la Natura", que no es mío (yo no pongo títulos a mis fotografías). Pero la multi-interpretación de mis fotografías es algo que me agrada; que cada cual vea algo distinto. Mi idea originaria era una reflexión sobre los afectos que sentimos los seres humanos hacia otros seres vivos. Me preguntaba hasta qué nivel del reino animal o hasta qué especie somos capaces de sentir afecto. Está muy claro que hacia los mamíferos sí, como mamíferos que somos. También hacia las aves. Pero... ¿y los reptiles? ¿Y los insectos? ¿Podemos sentiar afecto por una ameba? ¿Dónde está la frontera de nuestros afectos hacia los animales? Esto me llevó también a reflexionar sobre el afecto hacia el reino vegetal. Hay quien le tiene cariño a sus plantas. Y recordé una anécdota que contaba José Saramago: su abuelo, en el momento de morir, se despedía de sus árboles abrazándolos uno a uno. ¿Hasta qué nivel del reino vegetal podemos llegar a sentir afecto? Esta es la idea que dió pie a hacer esta escena.
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